Fue resultado de la práctica de Tamara Carvajal, estudiante de Trabajo Social UV.

El grupo de personas mayores de Las Huaitecas (Cerro La Cruz) logró retomar sus reuniones semanales gracias al trabajo desarrollado por la estudiante de la carrera de Trabajo Social UV Tamara Carvajal, en el contexto de su práctica realizada en el Centro Gerópolis UV.

La vinculación entre Gerópolis y el grupo adulto mayor surgió durante la implementación del programa Apropiación Urbana, en el cual se llevó a cabo el diseño participativo del centro comunitario del sector.

Con la supervisión institucional de Javiera Basáez, trabajadora social de Gerópolis, Tamara Carvajal realizó un diagnóstico sobre los intereses y necesidades del grupo. “Cuidar su salud, adquirir nuevos conocimientos y salir de su entorno son sus principales intereses”, señaló Tamara, quien junto a las personas mayores definieron una planificación de actividades.

“Trabajamos con mandalas, visitamos el Museo Naval y realizamos una sesión sobre la importancia del autocuidado y la buena comunicación. Todas estas actividades permitieron generar una cohesión grupal para volver a activar el grupo, potenciando su participación”, explicó.

Por otro lado, sostuvo que la práctica fue una positiva instancia de formación profesional. “En todo momento me sentí cómoda y creo que fue una experiencia de aprendizaje muy buena que superó muchos mis expectativas. Pude mejorar mis habilidades sociales, aprender a comunicarme en una  relación con las personas mayores, que es un ámbito nuevo para mí; todos tenemos estereotipos asociados a la vejez, entonces también fue una oportunidad para derribar esos estereotipos”.

En tanto, Javiera Basáez destacó los logros alcanzados por Tamara: “Realizó un excelente trabajo con las personas mayores, desde sus gestiones hasta el trato que tuvo con el grupo. Tuvo la capacidad de identificar en tan corto tiempo el interés  de las personas mayores, tuvo grandes habilidades para elaborar un buen diagnóstico y trabajarlo en el tiempo de una práctica profesional de dos meses y medio”, afirmó.

Nilda Sáez, una de las integrantes del grupo, comentó que la vinculación con Tamara “fue excelente, es una niña muy simpática. Lo que más me gustó fue aprender a hacer mandalas, he hecho varios y en la casa me dicen que les enseñe a hacerlos. Ahora el grupo está más unido”.

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