Declaración pública de Gerópolis UV y su Consejo Ejecutivo Mixto: "La vejez no es enfermedad"
La OMS ha decidido incluir el término vejez en la undécima edición de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades.
Distintas instituciones y asociaciones han difundido la decisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de incluir el término vejez en la undécima edición de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud (CIE), que entrará en vigencia en enero de 2022.
La nueva edición ya se encuentra disponible en internet y en ella figura el término “Vejez” (“Old Age” en inglés) bajo el código MG2A, en la sección “Síntomas generales”.
CIE define el universo de enfermedades, trastornos, lesiones y otras condiciones de salud, enumeradas de manera exhaustiva y jerarquizada. Este instrumento se utiliza como clasificación de diagnóstico para todos los propósitos clínicos y de investigación, permitiendo estandarizar los reportes e informes de enfermedades y de condiciones de salud, los que proveen a su vez la base para la identificación de tendencias y estadísticas de salud a nivel mundial.
Habiendo detallado la relevancia de este instrumento, las y los integrantes del Centro Gerópolis de la Universidad de Valparaíso y su Consejo Ejecutivo Mixto, conformado por diversas agrupaciones de personas mayores, organizaciones de la sociedad civil, instituciones públicas y organismos privados, declaran:
1. Rechazamos rotundamente la clasificación de la vejez como una enfermedad.
2. El envejecimiento es un proceso natural de la vida y la vejez una etapa más del ciclo vital, al igual que la niñez o la adultez, con la diferencia de estar enriquecida con la experiencia recogida a lo largo del tiempo.
3. En su origen, la palabra enfermedad («infirmĭtas») refiere falta de firmeza, una definición muy alejada de lo que hoy representan las personas mayores de 60 años, cuya principal característica es la heterogeneidad; todas y todos envejecemos de manera diferente.
4. La intención de catalogar la vejez como enfermedad atenta contra los derechos de las personas mayores, generando un sesgo negativo en torno a la vejez y condenando a las nuevas generaciones a creer que por el solo hecho de envejecer, independiente de sus trayectorias de vida, estarán enfermos en el futuro.
5. La decisión de incluir la vejez en el CIE afecta la labor de dirigentes, líderes comunitarios, activistas, profesionales, docentes e investigadores que trabajan comprometidamente por instalar una mirada positiva del envejecimiento y promueven la vejez como una oportunidad para reinventarse, emprender nuevos desafíos y participar activamente en las comunidades.
6. A su vez, esta decisión genera un retroceso en el trabajo colectivo de prevención del viejismo (estereotipos, prejuicios y discriminaciones contra las personas mayores por motivos de edad), que puede traer consigo consecuencias psicosociales en las personas mayores.
7. La decisión de clasificar la vejez como una enfermedad es una idea errada que contradice lo establecido por la Convención Interamericana de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, ratificada por Chile en 2017, y la Década del Envejecimiento Saludable, iniciativa global impulsada por la OMS y aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas en 2020.
Solicitamos a la Organización Mundial de la Salud y a sus Estados Miembros revisar su decisión de incluir la vejez en la Clasificación Internacional de Enfermedades, tomando en cuenta las declaraciones públicas de un sinfín de organizaciones e instituciones que manifiestan el rechazo a esta iniciativa, sobre todo considerar las opiniones de aquellas agrupaciones integradas por las propias personas mayores. Creemos que es un error conceptual que debe ser rectificado lo antes posible.
Esperamos una explicación clara y transparente de los objetivos que se persiguen con tal decisión, que involucrará a los Estados en el manejo de lo jurídico, económico, sanitario y social.
Finalmente, hacemos un llamado a los Estados Miembros de la OMS a enfocar esfuerzos y recursos para la prevención y detección temprana de enfermedades, con el objetivo de mejorar la calidad de vida en la vejez. Al mismo tiempo, instamos a los organismos internacionales, gobiernos, sociedad civil, profesionales, entidades académicas, medios de comunicación y sector privado a eliminar actitudes viejistas y a promover estilos de vida saludable que contribuyan al derecho de cada persona mayor de ser y hacer lo que es importante para ella.