Gestión en Turismo y Cultura desarrolla línea de investigación centrada en las personas mayores
Tres estudiantes han realizado sus proyectos de título con el respaldo del Centro Gerópolis, supervisados por la profesora María Soledad Ostria.
Desde 2020, la Escuela de Gestión en Turismo y Cultura (GTC) de la Universidad de Valparaíso se encuentra desarrollando una línea de investigación centrada en las personas mayores, a partir de su vinculación con el Centro Gerópolis UV. Los estudiantes Jorge Campos, Catalina Ortiz y Mariana Álvarez han abordado en sus proyectos de título las necesidades turísticas de las personas mayores, con el objetivo de generar productos turísticos culturales que respondan a los intereses de la población mayor. Los proyectos han sido supervisados por la académica María Soledad Ostria, con el acompañamiento institucional de la coordinadora de Vinculación de Gerópolis, Javiera Basáez.
La iniciativa surgió en el marco de la participación de la profesora Ostria en el Consejo de Representantes Académicos de Gerópolis. “Existe un desconocimiento de las necesidades específicas de este segmento de la población en relación con el desarrollo del turismo y la cultura, pues la preocupación de las diferentes instituciones ha estado orientada principalmente a temas de salud y cuidados de las personas mayores. De allí nace la idea de hacer un diagnóstico y visualizar la forma de aportar desde la carrera de GTC a un mejoramiento en la calidad de vida de las personas mayores mediante actividades turísticas y/o culturales”, señala.
Asimismo, menciona que tienen programado realizar diversas investigaciones con el fin de recabar información sobre los distintos perfiles de personas mayores y conocer cuáles son sus necesidades turísticas, tales como mujeres mayores, personas mayores en situación de discapacidad y personas mayores de pueblos originarios.
“El propósito último es ayudar a mejorar y fortalecer las políticas públicas asociadas a la actividad turística y/o cultural de la población mayor y, además, mejorar la oferta turística-cultural privada”, detalla.
Escasa oferta turística
Catalina Ortiz fue la primera estudiante en abordar esta línea de investigación y recopiló información sobre la realidad de la actividad turística de las personas mayores en Chile, las condiciones en las que se despliega y las normativas públicas vigentes en el país, con la finalidad de detectar brechas entre lo que se entrega y lo que se desea por parte de la población mayor.
El principal hallazgo fue identificar preocupantes brechas entre los intereses de las personas mayores y las políticas públicas, las cuales abordan a la persona mayor como sujeto de asistencialismo y no como agente activo con intereses y necesidades propias, explica la estudiante. “El programa “Vacaciones tercera edad” no está pensado en la persona mayor, sino que en aumentar la actividad turística y disminuir los efectos de la estacionalidad”, comenta.
“Los programas de turismo existentes no están aterrizados a la realidad chilena de las personas mayores, ni están pensados en ellas, ya que solo son utilizadas como el medio para lograr un objetivo netamente económico. Esto hace que el derecho a la recreación, esparcimiento y deporte, reconocido por Chile a través de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, no esté garantizado para una gran parte de la población. Además, en Chile no existe diversidad en la oferta turística especializada en personas mayores, por ende, las personas solo tienen una opción que muchas veces no cumple con sus expectativas”, plantea.
Turismo y mujeres mayores
La segunda investigación estuvo a cargo de Mariana Álvarez y se tituló “El comportamiento de la mujer adulta mayor en temáticas turístico-culturales”. Surge a partir de la necesidad de separar este grupo etario según género:
“Las necesidades varían y la manera de envejecer no se da por igual en hombres y mujeres. Esta investigación se enfoca en las realidades, motivaciones, preferencias y necesidades de la mujer adulta mayor con el fin de, en un futuro, poder crear actividades turísticas y culturales que se ajusten a sus requerimientos actuales”, sostiene la académica Soledad Ostria.
La estudiante concluyó que a pesar de que existen diferentes perfiles, se reconocen elementos comunes entre las mujeres mayores, como la preferencia por actividades de corta duración que no impliquen largos desplazamientos y que no les exija dejar de lado las actividades que desarrollan habitualmente, como el cuidado de terceros.
Productos turísticos culturales
La información de ambas investigaciones fue recopilada por el estudiante Jorge Campos para el diseño de productos turísticos culturales en la ciudad de Valparaíso.
“El propósito es elaborar un programa de actividades de carácter turístico y/o cultural en base a propuestas de las personas mayores vinculadas a Gerópolis, con el compromiso de la dirección de la Escuela, profesores y estudiantes. Para ello se llevaron a cabo dos grupos focales y se han realizado reuniones con docentes de las asignaturas pertinentes para incluir esta propuesta como parte permanente de los programas de algunas asignaturas”, precisó María Soledad Ostria.
En opinión de la académica, el primer aporte de estas investigaciones es poner a las personas mayores en el centro del debate respecto al desarrollo de experiencias turísticas y culturales, para dar respuesta a sus intereses y necesidades particulares, abandonando la idea de consumidor pasivo.
Asimismo, indica que la vinculación con Gerópolis ha contribuido a romper con el paradigma de que la edad mayor es sinónimo de incapacidad.
“Las personas mayores han sido una fuente real de aprendizaje para los estudiantes, lo cual es fundamental para formar a profesionales con una mirada inclusiva. Este trabajo también ha permitido promover el rol público y compromiso con la sociedad de la Universidad de Valparaíso”, añade. Por su parte, Catalina Ortiz, quien se encuentra cursando un magíster en Gerontología Social a partir de su experiencia con el proyecto de título, espera que se pueda crear un sello turístico mayor, “que entregue las especificaciones de lo necesario en infraestructura turística y en el trato que se les debe dar a las personas mayores, dejando de lado las visiones edadistas y asistencialistas que están presentes muchas veces en la población general. Por otro lado, es necesario que se generen opciones para mejorar los programas existentes”.