#04 Cronistas de la Edad "La Azada del Abuelo"
La Azada del Abuelo
Entre recuerdos guardados
de la ascendencia lejana,
un niño fue atesorando
esas viejas herramientas
que su abuelo ya no usaba.
El pequeño al ir creciendo
sin darse cuenta de nada,
cambió de cuartos y piezas
lo que el viejo desechaba.
Entre artilugios olvidados,
venidos de tierras lejanas,
en una tarde tediosa
llegó a las inocentes manos, una Azada.
Recuerdos quedan en su mente
de cuando el abuelo utilizaba
las herramientas nuevas,
como Azadón y Guataca.
Al Sol brillaba el escavillo
en las manos ya gastadas
los vergeles cultivaba.
También cumplía funciones
el implemento nombrado,
de cepillo, hacha o martillo
según se necesitara.
En mango de Luma gruesa,
adaptado por el tata
cada vez más reducido
en su estatura y estampa.
La Azada sobrevivió al abuelo
Y, a unas que otras almas…
hasta que después de tanto tiempo,
la herramienta fue olvidada.
Pero aquel niño de otrora,
en viajes y cambios de casa,
fue trasladando el aparato
sin darse cuenta de nada.
Al regresar con el tiempo
a la casa originaria,
entre bultos y cajas viejas
la Azada fue encontrada.
Llegó a la misma tierra
que el abuelo trabajara y,
hoy entre chuzos y palas
la que reina es la Azada.
Aún tiene el olor del abuelo
a sudor, tabaco y albahaca;
a humo, Álamos y Acacias, y
al óxido de las mañanas.
Hoy la utiliza otro viejo,
que volvió a la vieja casa,
labra la tierra que un día,
el abuelo le encomendara.
Sobre el autor: José Manuel Florenti tiene 73 años. Actualmente reside en la comuna de Con-Con y se dedica a escribir poesía social. Es un ex funcionario de ferrocarriles del Estado y amante del deporte.