La intervención que se desarrolló durante tres meses se enmarca en el plan de ejercicio VIVIFRAIL, programa enfocado en mejorar la fuerza muscular, equilibrio y la disminución en el riesgo de caídas en las personas mayores.

Este proyecto pionero en Chile fue liderado por Pamela Soto, académica y kinesióloga de la Universidad de Valparaíso, en el contexto de la tesis de pregrado de las estudiantes Bárbara Carroza, Silvana Gallardo, María Fernanda Paredes y él estudiante Diego Gutiérrez.

Durante los últimos cinco años, la Escuela de Kinesiología ha venido desarrollando una línea de trabajo dentro del ámbito del envejecimiento saludable, que apunta a generar intervenciones en las personas mayores. Un trabajo de aplicación que han asumido diferentes estudiantes de pregrado, incluyendo diversas líneas de investigación en la temática.

Respecto a la aplicación de VIVIFRAIL, Pamela Soto nos comenta: “Nunca se había aplicado un programa de estas características en nuestra región. No tengo gran referencia que en Chile se esté aplicando. Debemos ser de los pocos trabajos que estamos interviniendo y aplicando el programa. Nuestra intención es poder aportar datos de este trabajo a la población chilena y a los futuros profesionales”.

Por su parte, Javiera Basáez, encargada de vinculación del Centro Gerópolis y coordinadora del Centro de Prácticas se refirió a la experiencia: “El Centro Gerópolis se destaca por las intervenciones innovadoras en torno al envejecimiento, por ende, estamos muy contentos de que se desarrollen estas investigaciones pioneras por parte de las diferentes escuelas de la Universidad”.

A lo largo de las sesiones, las personas mayores fueron evaluadas a través de ejercicios de desplazamiento, estiramiento y fuerza, con y sin equipamiento. Actividades que consideraron las determinantes geográficas propias de la ciudad de Valparaíso, tales como las escaleras, los largos períodos de caminata y el ascenso de cerros.

Actualmente, el programa VIVIFRAIL solo ha tenido experiencias comunitarias y hospitalarias cuantitativas en el marco de la Estrategia de Promoción de Salud y Calidad de Vida en la Unión Europea. Continente donde se ha desarrollado por más de 5.000 profesionales sanitarios, alcanzando un impacto sobre la población efectiva de más de 15.000 personas.

A la fecha, los estudiantes de kinesiología se encuentran en proceso de análisis de datos y comparación de resultados.

Reflexiones tras la experiencia

Pamela Soto, académica de la Escuela de Kinesiología UV: “A las personas mayores las considero seres de mucha sabiduría, a los cuales debemos mirar de una manera desafiante. Enseñarles además que ellos pueden y deben desafiarse. Cada día ellos nos están enseñando. La adultez mayor considero es una etapa de mucha reflexión, pero también sirve para generar nuevas oportunidades. Las personas mayores hoy en día se atreven a más, están más conectados, informados, les gusta atreverse.”

Bárbara Carroza, estudiante tesista de la carrera de Kinesiología UV: ''Los aprendizajes en esta experiencia fueron muy buenos, porque para nosotros es importante que se visibilice el trato a las personas mayores, el intentar sacar el estereotipo que existe con ellos, que no todos son personas frágiles o dependientes de una tercera persona (que es lo que la mayoría puede pensar), ellos son capaces de realizar actividad física constante y eso es lo que queremos demostrar”.

Silvana Gallardo, estudiante tesista de la carrera de Kinesiología UV: “Durante mi paso por el centro Geropolis, he aprendido la importancia de trabajar en equipo con un grupo de personas mayores, y de cómo cada uno de ellos tiene una participación dentro de la sociedad, formando parte de cada uno de los talleres y actividades que se realizan. En el centro se pueden desarrollar de manera plena, aprendiendo, participando, y demostrando cada una de sus habilidades personales, para fortalecerse entre pares”. 

Lidia Palacios, colaboradora de Gerópolis y usuaria del CESFAM Marcelo Mena: “Estuvimos tres meses trabajando acá en Gerópolis y la verdad es que fue un tiempo buenísimo. Para nosotras era como una tarde entretenida. Lo que más me llamó la atención fue el ejercicio de la escalera, y bueno, al principio fue un poco cansador, pero con el paso del tiempo nos acostumbramos y ahora se nos hace nada subir los 60 peldaños. Eso sumado a la caminata de 40 minutos, que fue una de las cosas más entretenidas junto con el baile”.

Ricardo Cordobés, 74 años, colaborador de Gerópolis y vecino del Cerro Merced: “Me da mucha alegría compartir en estos espacios, me entretengo y me ayuda para la salud. Una de las actividades que más me entretuvo fue el baile, al principio me daba cosa, luego uno se olvida. Bailando uno conoce gente de a poquito y se entretiene y lo bueno es que todo el mundo está en la misma parada. Conociéndose, haciendo ejercicio.”