Con fecha 14 y 15 de noviembre de 2023 se realizará en nuestro país la reunión mencionada en el epígrafe, que considera un evento paralelo a realizarse el 13 de noviembre denominado “Buenas prácticas en políticas públicas para personas mayores con enfoque de derechos humanos.”

En el contexto de este evento paralelo, es relevante destacar que, hablar de las personas mayores es integrarse a un espacio de entendimiento social que es prácticamente nulo en la realidad actual de América Latina y el Caribe, pues  estos pueblos en el afán de satisfacer sus necesidades inmediatas, de todo tipo, hacen que la temática que tiene que ver con el envejecimiento sea fuertemente invisibilizada, agregando a esto que los países más desarrollados, que sí pueden tener políticas que favorezcan a este grupo etario, permanecen encerrados en sus propias burbujas, en una especie de nacionalismo exacerbado, sin que sean capaces de tender la mano a los países con menos desarrollo, con lo cual se está olvidando que el deterioro de estos países, por abandono, es un autoatentado, considerando que con ello se está pasando a llevar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS); meta global que se pone en riesgo con este tipo de actuaciones, donde la posibilidad de alcanzar un desarrollo sostenible se aleja cada vez más, cayendo en un espacio franco en que una real cooperación entre los países resulte por el momento una meta difícil de alcanzar.  

La preocupación del mundo por el tema del envejecimiento, se inició allá por el año 1982, hace ya cuarenta años, cuando se realizó en Viena la Primera Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento; la que fuera convocada por la Organización de las Naciones Unidas y el gobierno austríaco en julio de 1982.

El Plan de Acción Internacional de Viena sobre el envejecimiento, instaló las bases para una acción política sobre el envejecimiento por los siguientes 20 años, -hasta el 2002.- Mediante revisiones y exámenes realizados por la comunidad internacional al Plan de Viena, fue posible constatar, que este mostró resultados contradictorios, pues por un lado, hubo avances innegables en la satisfacción de las necesidades y expectativas de las personas mayores pertenecientes a los países más desarrollados económicamente; por otro lado, en los países menos desarrollados la aplicación de este plan resultó toda una utopía, por la falta de interés y de apoyo político interno de estos países.

Esta fría pero transparente realidad no debe sorprendernos, pues se repite en todo tipo de acciones de nivel internacional, donde los países con un desarrollo declarado, siempre estarán a la cabeza de estos procesos; mientras que los países menos avanzados, comparativamente, se muestran en una franca desprotección.

Frente a esta realidad global, que persiste, y que muestra países con tan grandes niveles de diferencia en sus desarrollos, hace que planes de acción como el de Viena en 1982 o el de Madrid veinte años después, resulten exitosos en algunos países y un fracaso en otros. Este es un indicador de que, en estas condiciones, un plan de acción no puede ser de aplicación universal para todos los países, pues ya está probado que no habrá de llegar a buen final.

Este es el momento en que las grandes potencias tienen que entrar en conciencia, de que solo con su ayuda, la realidad de estos países podrá ser mejorada.

El año 2002, se llevó a efecto en Madrid, la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, en la cual se logró identificar algunas de las causas del mínimo avance en el tema del envejecimiento desde la Asamblea de Viena; siendo algunos de estos: la falta de recursos humanos y financieros; la escasa prioridad política para las cuestiones relacionadas con el envejecimiento y también la escasa infraestructura nacional sobre el envejecimiento.

De esta Segunda Asamblea Mundial realizada en Madrid, surgió el Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento (MIPAA sigla en inglés), para los próximos veinte años, que se cumplieron el año 2022.

El MIPAA, agendó tres orientaciones prioritarias ante el envejecimiento: las personas mayores y el desarrollo; el fomento de la salud y el bienestar en la vejez y la creación de un entorno propicio y favorable para las personas mayores.

La evaluación de este nuevo plan de acción, según acuerdo se realiza cada cinco años, a partir del año 2002, encontrando un factor común para todas las evaluaciones realizadas, que se refiere a que todos los obstáculos que impiden la aplicación integral del plan de acción, son las mismas, las que se repiten en cada evaluación.

En este contexto tenemos que en el período de tiempo que va entre el año 1982 y 2002, se han realizado dos Asambleas Mundiales sobre el envejecimiento, la de Viena (1982) y la de Madrid (2002), como también se han realizado cinco Conferencias Regionales Intergubernamentales sobre Envejecimiento y Derechos de las personas Mayores en América Latina y el Caribe.

La Quinta Conferencia se realizó entre el 13 y el 15 de diciembre de 2022 en Santiago de Chile, de la que nuestro país fue el anfitrión junto a la CEPAL, la que se realizó en el marco de la cuarta evaluación del MIPAA, teniendo como objetivo principal, examinar los logros en el cumplimiento de los compromisos asumidos por los países miembros de la CEPAL, en La Carta de San José sobre los Derechos de la Personas Mayores en América Latina y el Caribe -tercera evaluación del MIPAA.-

En esta Quinta Conferencia Regional (2022), los diferentes países de América Latina y el Caribe, expusieron sus avances en materias de políticas públicas relacionadas con las personas mayores, pudiendo identificar las acciones claves para los próximos cinco años.

Los resultados de esta conferencia deberían ser presentados en el marco de la Conferencia Mundial del 2023, donde se mostrará la mirada regional sobre las personas mayores y los compromisos por asumir, para el mejoramiento de su bienestar; los que es posible visualizar en la aprobada Declaración de Santiago en el 2022 “Derechos humanos y participación de las personas mayores: hacia una sociedad del cuidado inclusiva y resiliente”, mediante la cual reafirmaron su compromiso con el Plan de Acción Internacional de Madrid y la promoción, la protección y el respeto de los derechos humanos, la dignidad y las libertades fundamentales de todas las personas mayores, sin ningún tipo de discriminación y violencia, a la vez que ratificaron la responsabilidad de los Estados de proveer las medidas y acciones necesarias para garantizar un envejecimiento saludable, con dignidad y derechos.

De acuerdo a lo estimado por los organizadores de esta Quinta reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe (2023), “se espera que sobre la base de las experiencias nacionales de políticas públicas destinadas a las personas mayores analizadas, se promueva la participación, discusión, reflexión y diálogo de los participantes sobre los resultados, desafíos y recomendaciones que hace el estudio de manera de aportar con evidencia al diseño y gestión de las políticas públicas en materia de envejecimiento y derechos de las personas mayores”.

Finalmente, solo queda desear el mayor de los éxitos en el desempeño y logros esperados para esta Quinta Reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe, en que Chile es el dueño de casa, responsabilidad compartida con la CEPAL, que no cabe duda será llevada a cabo de manera óptima, considerando que nuestro país tiene una reconocida trayectoria en este tipo de eventos internacionales.

Silvio Becerra Fuica

Profesor de Filosofía

Villa Alemana, 05 de noviembre de 2023